Es casi irresistible pensar en un trozo de pan o bolillo recién salido del horno, crujiente y con una textura que recuerda momentos de gloria culinaria. Sin embargo, la tentación de cortar el pan caliente puede ser el primer paso hacia su deterioro. Esta advertencia proviene de un experto en panadería: Domi Vélez, un panadero sevillano aclamado por su habilidad y designado en 2021 como el Mejor Panadero del Mundo por la Unión Internacional de Panadería y Pastelería. En un divertido video compartido en sus redes sociales, Vélez enfatiza un punto crucial: “No se puede cortar el pan cuando está caliente”.
La razón detrás de esta recomendación se centra en la física del calor y la humedad. Cuando se corta el pan recién horneado y se guarda en una bolsa de plástico, el calor residual se convierte en vapor. Este “efecto invernadero” genera un ambiente húmedo que favorece la proliferación de hongos y bacterias, acelerando su descomposición. Lo que podría disfrutar durante varios días se arruinaría en menos de 24 horas.
Además, abrir el pan demasiado pronto afecta su textura. La miga, que aún está en proceso de “cocción”, pierde su esponjosidad y se torna compacta y pastosa. Para mantener esa perfecta combinación de corteza crujiente y miga suave, se sugiere esperar al menos entre 15 y 20 minutos antes de cortarlo o almacenarlo.
Existen trucos para prolongar la frescura del pan. En primer lugar, se recomienda evitar el uso de plásticos; es mejor envolver el pan en un trapo de algodón o en una bolsa de tela, lo que respeta su frescura sin resecarlo. Cortar el pan por la mitad también puede ayudar, ya que permite tomar rebanadas desde el centro hacia afuera, limitando la entrada de aire que lo seca.
Para aquellos que tienen panes grandes, la congelación es una opción viable. Almacenarlo en rebanadas, envuelto en papel film, permite que se conserve por más tiempo. Así, cuando se necesite, se puede dejar descongelar a temperatura ambiente o calentar en el horno, la airfryer o la tostadora.
Por último, es importante tener en cuenta que, aunque guardar el pan en el refrigerador puede extender su vida útil, también altera su textura, volviéndolo más duro. Así que, como guía general, el congelador sigue siendo la mejor opción para preservar el pan por más tiempo.
Conocer estos detalles no solo ayuda a disfrutar del pan en su mejor estado, sino que también permite evitar pérdidas innecesarias, asegurando que cada bocado sea un momento de placer.
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