#Béisbol | A medida que la temporada de béisbol avanza, las modificaciones al reglamento de Grandes Ligas autorizadas para este año están logrando su objetivo.
La duración promedio de los partidos durante la semana inaugural disminuyó 29 minutos en comparación con el mismo período de 2022, y la ampliación de las bases (de 15 a 18 pulgadas) ha llevado a que los equipos vuelvan a considerar la estrategia del robo de bases, que había estado en peligro de desaparecer en temporadas anteriores. La combinación de estas dos modificaciones ha sido una victoria para el béisbol como deporte de entretenimiento.
Si bien los entrenamientos de primavera fueron un indicador del éxito que tendrían las modificaciones al juego, la primera semana ha rebasado con creces lo que se pensaba.
El porcentaje de éxito en bases robadas se encuentra en niveles jamás antes vistos.
De acuerdo con datos proporcionados por MLB, en los primeros 91 encuentros se han robado 124 bases en 154 intentos, una tasa de éxito del 80.5 por ciento, muy por arriba del 68.5 por ciento de 2022. En promedio esta campaña se están intentando 1.69 estafas de almohadillas por cada juego, números que hace recordar la época de Rickey Henderson en los años 80.
Dentro de las actuaciones individuales Anthony Volpe ha tenido un impacto considerable en el roster de los Yankees. El mejor prospecto de Nueva York ha mostrado su velocidad.
Cuando Volpe robó la tercera base en la séptima entrada de la victoria de los Yankees por 6-0 contra los Gigantes el domingo, se convirtió en el quinto jugador desde 1901 en robar una base en cada uno de sus primeros tres juegos de las Grandes Ligas.