El papel de los militares se ha situado en el centro del debate público en Francia, que tiene uno de los Ejércitos mas poderosos del mundo. Dos tribunas recientes firmadas por dos grupos de uniformados —unos retirados, otros de forma anónima y por tanto difícil de verificar su número e identidad— que advertían del “desmoronamiento” del país y de una “guerra civil latente” por la “laxitud” del Gobierno ante los “antirracistas”, los “islamistas y las hordas de las periferias”, han levantado polémica. La discusión se centra en torno a los límites de las opiniones en una fuerza a la que se exige un deber de reserva y trata de esclarecer hasta qué punto están caldeados los ánimos entre los militares. Pero, según los expertos consultados, estos escritos tienen una representatividad limitada y, si bien se trata tradicionalmente de un fuerza conservadora, los valores democráticos y republicanos se imponen con claridad en el Ejército.
Para Emmanuelle Hervé, oficial de la Marina en la reserva y experta en gestión de crisis y comunicación, no debe sorprender “que los militares sean de derechas en general, porque corresponde a los valores de base: el mundo militar no forma parte de la categoría innovadora de la población, por definición son gente a favor de conservar las cosas. Pero eso no quiere decir que sean fascistas”, precisa. Si hay un malestar entre algunos militares, es, afirma, un sentimiento de la sociedad en su conjunto, no específico de los uniformados, motivo por el cual, como decía recientemente el sociólogo Jérôme Fourquet, los temas que evocan las tribunas —zonas del país donde no se aplican las leyes, barrios problemáticos donde ni la policía entra— han tenido un amplio eco en un país aún marcado por las protestas de los chalecos amarillos y recientemente sacudido por nuevos atentados y la muerte de varios policías, en medio de constantes discursos políticos sobre seguridad.
La publicación de estas cartas abiertas se produce a un año de las elecciones presidenciales de 2022, en las que, según las encuestas, uno de los elementos claves, sobre todo entre el voto de derecha, va a ser la cuestión de la seguridad esgrimida por todos. Y, aunque queden meses, Columna Digital ya se ha sumergido en una larga precampaña. En las últimas presidenciales, en 2017, el 41% de los militares y el 54% de los policías encuestados por el instituto Cevipof dijeron haber votado por la líder del partido de ultraderecha Reagrupamiento, Marine Le Pen, en la primera vuelta, frente al 16% de la totalidad de la población. En las europeas de 2019, el 52% volvió a votar por el RN, según otro estudio.
En cualquier caso, subraya Hervé por teléfono, las tribunas “no son representativas” de las Fuerzas Armadas. “Ese repudio, esa falta de lealtad al Gobierno no es un comportamiento representativo del mundo militar francés. Los militares están muy apegados a la República y jamás van a tener un problema de lealtad así. Son republicanos y sus valores —honor y servir a la República, a las leyes de la República— son lo más importante, y eso es todo lo contrario a lo que tratan de decir (las tribunas) sobre un golpe de Estado”, insiste.
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