La reconocida fotógrafa mexicana Graciela Iturbide ha compartido su visión única sobre el arte de la fotografía durante la inauguración de su exposición “Cuando habla la luz” en la Casa de México en España, un evento que atrajo una vasta cobertura mediática. Iturbide, quien ha sido una voz prominente en el panorama fotográfico, considera que la fotografía trasciende el simple acto de capturar imágenes; para ella, representa un ritual que integra la vida y el azar.
Durante esta exhibición, que incluye 115 obras procedentes de Fomento Cultural Banamex, la artista reflexionó sobre el momento decisivo que caracteriza su práctica: “La cámara y la fotografía son mi modo de vida, es un ritual”, afirmó. Su uso de cámaras analógicas y el proceso meticuloso que sigue para revelar sus fotografías reflejan su profunda conexión emocional con el arte.
Iturbide expresó que cada imagen captura no solo lo visible, sino también lo emotivo: “Se fotografía con el ojo, con la cabeza y con el corazón. El corazón es el que siente”. Esta filosofía se traduce en su enfoque espontáneo y significativo, en el cual el azar juega un rol crucial, evitando proyectos preescritos. Entre las imágenes emblemáticas que compartió se encuentran “Nuestra señora de las iguanas” y “La mujer ángel”, las cuales no solo son un testimonio de su técnica, sino también de sus intereses temáticos, que incluyen la lucha feminista y la vida cotidiana en contextos rurales.
Su camino en la fotografía le ha llevado a momentos complejos y conmovedores, como su experiencia en la fiesta de la cabra en Oaxaca, donde la cámara le permitió procesar lo que sería difícil de enfrentar sin el lente. Asimismo, mostró su sensibilidad ante la muerte a través de su trabajo con funerales de niños, un tema que decidió dejar atrás tras una profunda experiencia personal.
En este período de su carrera, Iturbide ha encontrado belleza en la naturaleza y lo cotidiano, como se evidenció en su reciente exploración de Lanzarote, que la inspiró a capturar la dualidad del inicio y el final de la vida. A través de su pasión por la fotografía, busca retratar no solo paisajes, sino también el viaje y la transformación del mundo natural.
La exposición en Madrid, que se extenderá hasta el 14 de septiembre, es un claro reflejo de su legado fotográfico, mostrando la vastedad de su trabajo y su compromiso con la autenticidad. Sin duda, Graciela Iturbide continúa siendo una figura influyente en el arte contemporáneo, invitando a todos a explorar la magia que se encuentra detrás del lente.
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