El Reino Unido significa monarquía, incluso mucho más allá de la omnipresente Isabel II y sus problemas familiares. También hay estirpes de Tudor, Estuardo, Hannover, Plantagenet o Windsor que han dejado su huella en todo el territorio británico, y cuya presencia en la historia sigue siendo recordada. Tanto como para que sus viejas pertenencias hayan sido objeto de un gran robo que ha sorprendido y que, por el momento, parece dejar más interrogantes que certezas.
El hurto ha ocurrido en un enclave de tintes reales: el castillo de Arundel, al sur del país. Una fortaleza normanda perfectamente conservada en Sussex y lugar habitual de visita en esta zona de pueblos tan conocidos y populares como Brighton o Southampton. Además de estar abierta para el turismo, Arundel es el hogar de una familia: los duques de Norfolk viven allí desde hace siglos. Literalmente: sus antepasados llevan 850 años habitando el lugar, y de hecho poseen también los títulos de señores de Sussex y señores de Arundel, así como de Mariscal de Inglaterra, un nombramiento honorífico por el que se encargan de realizar importantes ceremonias reales, como la apertura del Parlamento. Arundel es un lugar muy conocido en la zona y donde incluso se alojó la reina Victoria durante tres días en diciembre de 1846 o en el que el recientemente fallecido duque de Edimburgo acudió a jugar al críquet en 1953. En el año 1900 sufrió una gran reforma por la que se renovó y se lo dotó de, entre otras modernidades, de luz eléctrica.
Cuando los agentes se personaron en el lugar, encontraron las vitrinas vacías y pocas pistas. Dieron con un coche tipo todoterreno quemado y abandonado, que parece estar vinculado con el delito, pero del que todavía no hay más indicios al estar calcinado. La comunidad local está muy sorprendida de que el castillo, centro del pueblo y con observación constante, haya sido objeto de un robo de forma exprés. Un portavoz de la familia ha explicado a la agencia AP que los objetos tienen gran valor monetario pero que “tienen una importancia histórica sin precio”, y urgen a cualquiera que tenga información o que viera algo sospechoso tanto el martes 18 como el viernes 21 a contactar con la policía. También si alguien encuentra uno de los objetos, o si da con alguien que quiera colocar en el mercado un rosario de oro de incalculable valor que llevó una reina durante sus 18 años de cautiverio y en ese aciago día de 1586 en el que fue decapitada.
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