John Reed, el periodista estadounidense enterrado en el Kremlin, habló de “diez días que conmovieron al mundo” para resumir la Revolución Rusa. En realidad, fueron siete décadas que trataron de transformar la sociedad y acabaron creando una cantidad de sufrimiento imposible de medir. Cuando el fotógrafo Robert Capa y el novelista John Steinbeck fueron invitados a recorrer la Unión Soviética en 1949, al principio de la Guerra Fría, su viaje despertó una profunda desconfianza en EE UU. Al final de su periplo, el futuro premio Nobel de Literatura cuenta que, antes de salir hacia Occidente, les registraron el equipaje y le quitaron a Capa las fotos que mostraban la destrucción de Stalingrado o a los prisioneros de guerra.
‘La revolución rusa. Historia y memoria’
José María Faraldo
A la altura de libros ya clásicos como La revolución rusa, del historiador conservador Richard Pipes, o La Revolución rusa. La tragedia de un pueblo, del experto en estalinismo Orlando Figes, aunque mucho más asequible (apenas 200 páginas frente a las mil de cada uno de los volúmenes anteriores), el profesor José María Faraldo construye en La Revolución rusa: Historia y memoria (Alianza, 2017) un relato muy documentado y de ágil lectura de los siete años que van desde 1917 hasta la muerte de Lenin, en 1924.
‘Los que susurran. La represión en la Rusia de Stalin’
Orlando Figes
El título de este enorme (en todos los sentidos) libro de Orlando Figes resume el terror bajo Stalin: nadie se atrevía a hablar porque la muerte siempre estaba cerca. Los que susurran. La represión en la Rusia de Stalin (Edhasa, 2009) se trata de un relato que arrastra al lector a un mundo paranoico y despiadado, lleno de detalles tan reales como inverosímiles: un hombre fue declarado “enemigo del pueblo” durante el Gran Terror por utilizar, sin saberlo, una frase que había empleado el proscrito Leon Trotski en una carta.
‘Contra toda esperanza’
Nadiezhda Mandelstam
Las memorias de la poetisa Nadiezhda Mandelstam constituyen uno de los testimonios más bellos, emotivos y terribles del estalinismo. Su marido, el gran poeta Ósip Mandelstam, murió en el Gulag en 1938, y ella vivió un exilio interior hasta la muerte del dictador. Contra toda esperanza (Acantilado) se trata de un relato de amor y supervivencia, que retrata un Estado convertido en un monstruo que lo devora todo.
‘Relatos de Kolimá’
Varlam Shalámov
Junto al Archipiélago Gulag, Aleksandr Solzhenitsin, los Relatos de Kolimá (Minúscula), de Varlam Shalámov, constituyen el gran fresco de los campos de concentración del estalinismo. Shalámov pasó casi veinte años en el helado gulag soviético y su obra fue publicada clandestinamente, como samizdat, libros que se copiaban y se distribuían de forma artesanal.
‘Ingenieros del alma’
Frank Westerman
Sin la propaganda resulta muy difícil comprender el socialismo real. En su crítica de Los que susurran, el narrador francés Emmanuel Carrère escribió que “en la URSS no se abolió la propiedad, sino la realidad”. Ingenieros del alma, fabuloso ensayo del periodista holandés Frank Westerman, narra el mundo literario bajo el sistema totalitario soviético, cuya máxima aspiración creativa se puede resumir en la obra El volga desemboca en el mar Caspio, “sobre el plan hidrológico del camarada Krzhizhanovski”.
‘Voces de Chernóbil: Crónica del futuro’
Svetlana Alexiévich
Dos libros pueden servir para relatar el final del mundo soviético, ambos están escritos por periodistas que conocieron el comunismo y que supieron contar su naufragio. Se trata de El imperio, del polaco Ryszard Kapuscinski, y de Voces de Chernóbil, de la bielorrusa Svetlana Alexiévich, la primera periodista que logró el premio Nobel de Literatura.