La legislatura da un vuelco con la decisión de Pedro Sánchez de conceder los indultos parciales a los 12 condenados del procés, nueve de ellos en prisión desde hace más de tres años. La medida podría ir más rápido de lo previsto, según fuentes del Ejecutivo, aunque es Sánchez quien marca los tiempos. El Gobierno también está dispuesto a acelerar la cita con el nuevo president Pere Aragonès en cuanto la solicite y la reactivación de la mesa de diálogo mientras que ERC maniobra para garantizar que tiene las riendas de la interlocución. El Ejecutivo defiende los indultos con el argumento de que es lo mejor para buscar una salida al conflicto catalán.
El asunto de los indultos a los presos del proceso independentista no se ha tratado nunca en el Consejo de Ministros ni en ningún órgano del Ejecutivo. Sin embargo, forma parte de las conversaciones informales entre el núcleo duro del Gobierno desde hace meses. Varios ministros daban por hecho que finalmente se concederían. Pero sí ha descolocado a algunos que Sánchez se decantara tan pronto, antes incluso de que el expediente llegara a la mesa del Consejo de Ministros.
Sánchez ha decidido así entrar de lleno en el asunto, lejos de esquivarlo y buscar una decisión disimulada en pleno verano, como se esperaba en un principio. Eso hace pensar a miembros del Ejecutivo que la medida se puede acelerar, aunque aún la tiene que estudiar con detenimiento ministerio de Justicia. Campo comenzó este miércoles a evaluar este asunto con los expertos de su gabinete.
El argumento fundamental con el que sale al combate el Gobierno es político. Se trata de la necesidad de facilitar una salida al conflicto de Cataluña cuando los presos del procés llevan ya tres años y medio en prisión, esto es, ya no se “van de rositas”, como argumentan algunos.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.