Durante el desahogo de la audiencia, con la presentación de los videos del circuito cerrado de televisión de la comandancia municipal de Progreso de Obregón queda en evidencia que es la doctora Bety quién atenta contra su vida; sin embargo, al estar en resguardo de la Policía Municipal ellos faltan a su deber de cuidado de preservar la vida y la integridad de la detenida, argumento con el que se solicitó la reclasificación del delito.
Cabe señalar, que las declaraciones de los imputados, más allá de beneficiarlos, les perjudicaron porque en ellas admiten haber estado en el lugar donde se resguardaba a la doctora Bety y haberla dejado sola por un lapso de más de una hora, al grado que no se percataron de sus intentos de atentar contra su vida.
A lo anterior, se suma que el trapo blanco de 37 por 40 centímetros, mismo que se ata al cuello, es un objeto que se encuentra dentro de la galera.