En muchas partes del mundo, las mujeres son más vulnerables a las catástrofes naturales debido a una serie de factores socioeconómicos y culturales. En el caso de la India, esta vulnerabilidad se manifiesta de manera especialmente evidente.
Las causas de esta vulnerabilidad son diversas. En primer lugar, las mujeres suelen tener un acceso limitado a recursos y empleo, lo que las coloca en una situación de mayor precariedad económica. Además, la falta de participación en la toma de decisiones y de representación en los espacios de poder, limita su capacidad para influir en las políticas y acciones que podrían protegerlas en situaciones de emergencia.
Asimismo, las normas de género y los roles tradicionales asignados a las mujeres, las sitúan en una posición de desventaja. La discriminación de género y la desigualdad de género hacen que las mujeres tengan menos acceso a la educación y a la información, lo que dificulta su capacidad para prepararse y responder ante desastres naturales.
Además, durante y después de desastres naturales, las mujeres enfrentan riesgos adicionales como la violencia de género, el tráfico humano y la explotación. La falta de medidas de protección específicas para las mujeres y la insuficiente atención a sus necesidades en los planes de respuesta y recuperación, agravan su vulnerabilidad.
Por tanto, es fundamental que las políticas y acciones destinadas a reducir el impacto de las catástrofes naturales, consideren las particularidades y necesidades de las mujeres. La promoción de la igualdad de género, el empoderamiento económico y la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones, son aspectos clave para mejorar su capacidad de resistencia y recuperación frente a desastres naturales.
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