Kalpe fue el primer nombre del peñón de Gibraltar, uno de los montes que Hércules separó para formar el Estrecho. Luego se fundó Calpe en el norte de Alicante, a la sombra de otro inmenso peñón, el de Ifach, pero a veces uno cree estar en el primero porque los británicos aquí son legión. Es un destino de playa, sí, pero tiene montañas alucinantes, como el propio peñón. Y una oferta gastronómica que no se limita a la paella y la horchata: hay un montón de restaurantes indios que chiflan a los ingleses y tres estrellas Michelin. Una de ellas, la de Orobianco, considerado el mejor italiano de España.