En la industria musical, cualquier presentación puede ser decisiva en la carrera de un artista. Existen performances que han sido impecables y han catapultado a la fama a los artistas, sin embargo, también hay presentaciones que han sido desastrosas y han casi arruinado la carrera de muchos músicos.
Una de las performances más recordadas es la de Ashlee Simpson en Saturday Night Live en 2004. Durante su presentación del tema “Pieces of Me”, comenzó a sonar una pista vocal equivocada y en lugar de cantar, optó por bailar de manera incómoda en el escenario antes de salir corriendo. El incidente fue ampliamente cubierto por los medios y afectó gravemente la carrera de la cantante.
Otra presentación para el olvido fue la de Milli Vanilli en 1989. Durante una actuación de los cantantes en MTV, una de las pistas vocales de la canción se repitió repetidamente, exponiendo que no eran ellos los que estaban cantando. La fama que habían construido colapsó y su Grammy fue revocado.
En 2010, la cantante Christina Aguilera no logró sacar adelante la interpretación del himno nacional en el Super Bowl, tropezando con la letra y olvidándose de parte de ella. Si bien la cantante habló del incidente y se disculpó públicamente, la mala publicidad y los insultos en redes sociales afectaron gravemente su reputación.
A veces, las presentaciones en vivo pueden tener efectos duraderos en la carrera de un artista, aunque es importante recordar que incluso los más grandes han tenido sus tropiezos. Lo importante es aprender de los errores y seguir adelante.
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