En términos futbolísticos, el plan de vacunación de España ha ido definiéndose “partido a partido”. En función de la llegada de dosis, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han configurado los sucesivos grupos y qué fármacos les correspondían. Una vez planificado qué hacer con los más vulnerables ―los mayores de 60 años y las personas con ciertas patologías―, el siguiente partido será definir qué pasa con quienes tienen entre 50 y 59 años. La última actualización de la estrategia de vacunación se limita a señalar que “recibirán la vacuna que se considere en función de la disponibilidad, el contexto de la pandemia y las evidencias”. Habrá que decidirlo en la primera quincena de mayo. Para entonces, la gran mayoría de los mayores de 60 ya habrán recibido al menos un pinchazo —más del 70% lo han hecho ya— y será el momento de comenzar con el siguiente grupo, en paralelo a las segundas dosis de los anteriores.
Después de fracasar con el objetivo de vacunar al 80% de los mayores de 80 años en marzo, el Gobierno español, a diferencia de otros de su entorno, no ha vuelto a adquirir más compromisos etarios. El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció la semana pasada que a partir del 15 de junio las personas de cualquier edad ya podrían solicitar una cita, algo que ocurrirá desde el 15 de mayo para los que tienen más de 50 años. En Alemania las agendas estarán abiertas para cualquiera que lo solicite a partir de junio. Esto, como ha recalcado la canciller Angela Merkel, no quiere decir que vayan a vacunar a todos de inmediato, solo que pueden pedir cita.
¿Cuál es el siguiente grupo?
El último grupo etario que define la estrategia de vacunación es el de personas de entre 50 y 59 años. Con los datos que dio Sánchez y la previsión de llegada de vacunas, es de prever que la vacunación comience en julio entre los menores de esta edad. Las comunidades consultadas aseguran que es pronto todavía para planear cómo será el proceso. Algunas, como Aragón y Andalucía, ya están comenzando a abrir agendas para las personas de las edades a las que les toca su dosis para que sean ellas las que pidan cita, en lugar de que el sistema sanitario vaya llamando uno por uno a los que les va llegando el turno.
Aunque no está definido, Sanidad alude frecuentemente al siguiente grupo como el formado por quienes tienen entre 25 y 49 años, que consta de 16,7 millones de personas. Así está sectorizado, por ejemplo, en los informes de vacunación. Junto a los anteriores suman 35 millones de personas, poco más de un 70% de la población. El objetivo del Gobierno es haber inmunizado a esta porción a finales de agosto: es lo que se considera —en un cálculo muy superficial— suficiente para alcanzar una inmunidad de rebaño y que el virus deje de circular o sea, en todo caso, anecdótico. Tras ellos, y también en paralelo, como viene sucediendo, comenzarían también los de entre 16 y 25 años. Para los menores de esa edad no hay por el momento aprobada ninguna vacuna, aunque ya existen varios ensayos en marcha y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) comenzó el lunes a evaluarlas, así que es probable que la vacunación entre los adolescentes pueda comenzar a principios del curso que viene.
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