En la ciudad de Lisboa, se puede disfrutar de una deliciosa travesía gastronómica llena de pasteles de nata. Estos populares pasteles, con su suave relleno de crema y su crujiente capa de hojaldre, se pueden encontrar en numerosas pastelerías y cafeterías a lo largo de la ciudad.
Un buen lugar para comenzar esta ruta golosa es en la famosa Fábrica da Nata, donde los pasteles de nata se preparan de forma tradicional y se sirven calientes, recién salidos del horno. Otro lugar destacado es Manteigaria, conocida por su delicioso sabor y la calidad de sus pasteles de nata.
Además, no podemos dejar de mencionar la Pastelería Aloma, ubicada en el barrio de Belém, que ofrece una versión contemporánea de los pasteles de nata, manteniendo el sabor tradicional pero con un toque moderno. Por supuesto, el barrio de Belém es también el hogar del famoso Monasterio de los Jerónimos, una visita imprescindible para los amantes de la historia y la arquitectura.
Para completar esta ruta golosa, una parada en el Café Lisboa es obligatoria. Aquí, el sabor auténtico de los pasteles de nata se combina con un ambiente acogedor y tradicional, perfecto para disfrutar de una pausa dulce durante la exploración de la ciudad.
En resumen, Lisboa ofrece una experiencia única para los amantes de los pasteles de nata, con una variedad de lugares que ofrecen distintas interpretaciones de este delicioso manjar. No cabe duda de que esta ruta golosa es un punto culminante para cualquier viaje a la capital portuguesa.
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